Ruta postal a Las Peñas a principios del Siglo XX
Para principios del siglo XX, la Carta postal de la República Mexicana, emitida en 1904, en la Hoja 11 y 13 correspondiente a los Estados de Jalisco y Colima, se trazan las rutas y formas por las que operaba el servicio de correo. A “Las Peñas”, hoy Puerto Vallarta, llegaba mediante vía terrestre. Si procedía desde la capital del Estado (Guadalajara), había dos rutas postales disponibles. La más corta consistía en tomar el tren desde Guadalajara hasta Ameca, bajo la supervisión y resguardo de empleados directos del servicio postal. Una vez en la administración postal de Ameca, el correo pasaba a manos de mensajeros que se desplazaban en caballo a lo largo de rutas terrestres. Posteriormente, se hacían escalas en los puntos de tránsito de Morrillos, Jayamitla, Puerta de Guage, Villita, Lagunillas, Casa Fuerte, Estanzuela, Guachinango, Mixtlán, Santa Rita, Atenguillo, Guayabito, Cruces, Arcota, Jacal, Mal Paso, Chanrey, Anima Nueva y Anima Vieja, para finalmente llegar a la administración postal de Mascota.
El trayecto desde Mascota hasta Talpa cubría una distancia de 23 kilómetros, y el servicio se realizaba a pie con 2 corridas postales al año: la corrida (a) con 52 servicios y la corrida (b) con 208. Del mismo modo, de Mascota a Navidad (22 kilómetros), el servicio se llevaba a cabo a pie con 52 servicios al año.
Siguiendo la ruta hacia el norte, desde la administración postal de Mascota hasta la de San Sebastián (47 kilómetros), se realizaba el trayecto a caballo, haciendo escalas en los puntos de tránsito de San Nicolás, Tlalpuyeque, El Atajo, Naranjito, Saucillo, Milpillas y finalmente San Sebastián. Esta ruta (la 1128) llevaba a cabo 156 corridas al año.
Una vez en la administración postal de San Sebastián, el correo continuaba su viaje a caballo a través de las rutas postales 1125 a y 1125 b, con 52 corridas al año cada una, hasta llegar a Las Peñas. Con un recorrido de 92 kilómetros, se hacía una escala en el único punto de tránsito ubicado en el poblado de Las Palmas, marcando así la última parada antes de llegar a la agencia postal de Las Peñas.
Para 1908, el servicio de correo se extendió hacia el norte, cruzando el río Ameca, para llegar a la agencia postal del Valle de Banderas.
